No es ninguna casa de cuento, sino en la que Stieg Larsson situó la vivienda de Mikael Blomkvist. Situado en el número 1 de la calle Bellmansgatan, en la isla de Södermalm, al ático del periodista se accede por una pasarela metálica y se disfruta de maravillosas vistas de Estocolmo.
Vaya, que preciosidad de edificio. Que bueno que hayas podido estar por allí.
ResponderEliminarMe gustó mucho la trilogía de Larsson, lástima que se fuera tan pronto.
Besos
Unas vacaciones literarias, como es debido.
ResponderEliminarUn saludo
Pues sí, Raquel, fue una pena, porque ahora se están traduciendo muchos autores nórdicos de novela negra, pero pocos que estén a su altura. Estocolmo está plagada de lugares emblemáticos de la novela. Sólo pudimos ver unos pocos, pero mereció la pena.
ResponderEliminarLa literatura va siempre dentro, Juan Carlos. No puedo visitar una ciudad sin acercarme a algún vestigio -llámese museo, tumba o recuerdo- de los escritores que siento más cercanos.