viernes, 21 de febrero de 2020

Películas desaparecidas o no localizadas (VI)

Las fechas de estreno de Hamelín (Luis María Delgado, 1968) nos pueden servir de referencia para calibrar la escasa repercusión que tuvo y esa etiqueta de película maldita con la que carga casi desde que a alguien, cautivado por la moda ye-ye de la época, pensó que podría ser una buena idea cambiarle al célebre personaje del cuento la flauta por la guitarra y pergeñar un musical adaptado a los tiempos modernos: el 2 de agosto de 1969 lo hace en Bilbao, y casi un año después, el 22 de junio de 1970, en Madrid. La incipiente fama de Miguel Ríos, que entonces estaba en la cresta de la ola, y que ya había probado suerte en el cine, hizo el resto. aliñando el filme con canciones propias y de otros grupos famosos de esos años como The Mode o Camilo y los Botines.

Lamentablemente, no podemos confrontar los resultados con los bienintencionados propósitos, ya que las dos copias que hemos localizado -en la Filmoteca Española y en la Filmoteca de Cataluña- se encuentran en mal estado y no están disponibles para su visionado. Gracias a la prensa y revistas de la época, sabemos que el argumento variaba poco: Miguel Ríos interpretaba al joven protagonista, quien sale a buscar aventuras topando en su camino con un anciano, al que salva la vida. En recompensa recibe una guitarra mágica, con la que consigue erradicar la epidemia de ratones que asola un pequeño pueblo. Tras algunos dimes y diretes, el joven se casa con la hija del burgomaestre.

No podemos precisar tampoco qué papel interpretó Porfiria Sanchiz en tal aparente desaguisado, aunque imaginamos que pudo ser alguna de las lugareñas que pondría a prueba la paciencia del bueno de Hamelín.

El rodaje transcurrió en gran parte en el paraje segoviano de El Espinar, un escenario muy frecuente para localizaciones de películas. Las críticas, quizá conscientes de las condiciones de vehículo para la joven estrella musical, no metieron el dedo en la llaga y se centraron en su función de entretenimiento para la familia. Porfiria repetiría acto seguido con Delgado en otra película tampoco demasiado afortunada, Mi marido y sus complejos (1968).



1) Cartel de Hamelín; 2) Portada del vinilo con las cuatro canciones originales de Miguel Ríos para la banda sonorsa; 3) Miguel Ríos en una de las pocas imágenes conservadas del filme (Fuente: Blog La Abadía de Berzano).

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