
En la excelente nómina seleccionada por el escritor están presentes la Lisboa de Pessoa, la Praga de Kafka, el Edimburgo de Stevenson, el Londres de Virginia Woolf, el Buenos Aires de Borges, el Madrid del Siglo de Oro, el París de Sartre, Beauvoir y Camus, la Bretaña de Chateaubriand, el País Vasco de Baroja o la Irlanda de William Butler Yeats. El texto se ilustra también con las pertinentes citas de los autores, cuando no de poemas íntegros. El letraherido que goza siguiendo la huella de sus escritores de cabecera descubrirá quizá rincones que se le pasaron por alto, o algunos datos curiosos que desconocía. Se impone, no obstante, como antes mencionamos, ese tono explicativo que lastra cualquier posibilidad de llegar más lejos, al corazón mismo de la obra del autor por el que viajamos como un turista con cámara en mano. Para esas empresas más espirituales y emocionantes, sugiero, como ya hice en su día, los libros de Mauricio Wiesenthal o de César Antonio Molina, verdaderas cimas de esa obsesión enfermiza que nos obliga a algunos a rendir tributo a nuestros maestros.
Tumba de Franz Kafka en Praga.
¿Has leído esto?
ResponderEliminarhttp://crisisdepapel.blogspot.com.es/2013/04/fernando-savater-sociedad-anonima.html
Sí que lo he leído. Como ves en los enlaces, es uno de los blogs que sigo y recomiendo. Creo que todos sabemos cómo se las gasta J.L.G.M desde hace tiempo. Uno intenta sacar siempre lo que hay de bueno en cada libro que se lleva a la sesera. Podríamos hablar largo y tendido sobre la misión de la crítica, pero eso daría para otra entrada (o varias). Gracias de todos modos por el apunte.
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