Todavía no me queda claro si Daniel Ruiz García es un antropólogo, un periodista, un escritor o un showman, como pudimos constatar todos los que asistimos a la presentación de su nueva novela el pasado 20 de marzo en Sevilla. Una nueva y prometedora editorial de San Fernando (habría que hacer memoria para saber las casas editoras que han nacido en la antigua Isla de León), Dum Spiro, nos ha devuelto en pleno estado de forma a Daniel Ruiz casi diez años después de esa primeriza Chatarra, luego reeditada en Calambur. Perrera nos demuestra que las cuatro facetas antes citadas pueden convivir sin problemas en este rockero frustrado: la de escritor la refrenda el libro que tenemos entre manos y el que aparecerá en breve, la de periodista la "sufre" a diario con su trabajo en una empresa de comunicación, la de antropólogo porque parece haber convivido varios meses con los protagonistas de su relato a lo Nigel Barley o como hizo Jack London en su célebre Gente del abismo, y la de showman la corrobora su facilidad para ganarse al público con un monólogo que deja en paños menores a algunos de la Paramount Comedy.
Deudora de títulos recientes del que podríamos llamar subgénero "suburbial" del nuevo cine español -Barrio, Siete vírgenes o El bola- Perrera nos mete de lleno en la vida de un puñado de jóvenes de uno de tantos barrios olvidados cuyo futuro sin horizontes parece marcado por decreto y al que hacen frente esgrimiendo su única arma: la rabia, rabia contra todo aquel que se ponga por delante para destruir su pequeño, triste pero propio espacio vital. Aunque desde el principio de la novela ya se intuye un desenlace fatal (el propio narrador no lo oculta en en un tono que oscila entre lo despiadado y lo compasivo) no es éste lo que más importa, sino la forma de llegar a él, esa maestría para dibujar el entorno e introducirse en la cabeza de unos jóvenes que están más cerca de lo que pensamos, en el botellón de la plaza de al lado, en el instituo más cercano o quizá, sin saberlo, en nuestra propia casa.
¡Me alegro de que esto comienza su singladura, de que el lastre lo empieces a soltar!. Ánimos y saludos.
ResponderEliminarGracias por la entrada, Juan Carlos. Mañana la enlazo en mi blog.
ResponderEliminarUn abrazo, y enhorabuena por el parto cibernetico. Le veo unos mimbres fabulosos.
Daniel Ruiz Garcia